miércoles, 15 de abril de 2009

Sauce ciego, mujer dormida

No estaba solo todo el tiempo pero casi todas las inundaciones mojaban solo mis pies.
No decía siempre ola verdad, pero no había nadie que descubriese mis mentiras.
Solo tenía un par de zapatos, pero me sobraban todos los pasos.
Nunca pensaba en serio que las cosas pudiesen mejorar y nunca sonreía en año nuevo.
No necesito que nadie me recuerde donde estoy ahora.
No necesito a nadie que marque con tiza todas mis caídas.
Sabes lo triste que resulta encontrarse con las sobras sin recordar la comida.
Nunca soñaba con tierra para todos mis agujeros.
Nunca pensé en caballos rápidos ni en cartas altas.
Aunque hubiese querido cantar nunca pasé por debajo de tu casa.
Mis autobuses no conocían tu calle y tus carteros no recordaban mi nombre.
Nunca soñé con tu cuerpo en mi cama. y nunca sonreía en año nuevo.
No necesito contarte que un cuchillo en la carne no duele tanto como nada en la carne.
No necesito que me recuerden que he fallado cuando los dos sabemos que ni siquiera estaba apuntando.
Puedo esperar tres días a que despiertes y rezar una oración distinta cada día.
Porque antes no tenia suerte y nunca sonreía en año nuevo.